Misión Comercial a Brasil: Un recorrido de confianza

Una experiencia que nace en el marco del proyecto, el que si bien no nos exigía exactamente una Misión Comercial, sí mencionaba el trabajo en asociativo entre los empresarios de Lima Este, es así que a raíz de los diversos seminarios técnicos que se empezaron a dictar, nos preguntamos si realmente estábamos colmando sus expectativas, aquietando sus dudas y potenciando ganas de aprender; es por ello que como resultado de una atención permanente a las sugerencias de varios de los empresarios confeccionistas que veníamos conociendo, empezamos pensando en grande: EE.UU, Europa, Canadá, etc., sin embargo, con el afán de ampliar el mercado para nuestras confecciones, y luego de un análisis exhaustivo y práctico (Análisis FODA, Mapa de Competitividad, Análisis de Productividad, Capacidad Pro-ductiva, Tendencia de las exportaciones, entre otros.), decidimos proponerles realizar una Misión Comercial a la ciudad de Río Branco, Estado fronterizo de Acre, en Brasil, por la ruta Sur de la Interoceánica, y en poco menos de dos meses ya estábamos en el avión, con 11 emprendedores, pequeños confeccionistas.

Nos asignamos las tareas y los costos involucrados en cada paso de esta actividad, así logramos tener las cosas muy claras y no dejamos espacio a "malos entendidos", de modo que pasadas las asesorías especializadas (prendas, muestras, costos, imagen de marca, imagen corporativa, entre otros.), el 09 de junio partimos, car-gados de muestras, brochures, tarjetas de presentación, etc., pero sobre todo cargados de un irrefrenable y entusiasta deseo de hacer bien las cosas.

La ruta, los contactos, las visitas, las cotizaciones, la experiencia, etc., etc., están más o menos detalladas en estas líneas, pero lo que no podemos describir adecuadamente es el principal logro de esta aventura empresarial: el desarrollo (y afianzamiento) de verdaderas relaciones de confianza, aquello que surge solo cuando nos vemos confrontados "juntos" a situaciones que escapan a lo estrictamente "laboral" o "de negocios", es decir, cuando vemos cara a cara al ser humano, al amigo que está detrás del empresario, que habitualmente carece de tiempo para conversar, compartir, resolver dudas y finalmente conocernos.

Salimos de Lima vía Puerto Maldonado (en avión) y de allí a Rio Branco (en bus); sin embargo, para el regreso hicimos una ruta bastante más larga:

·         El viernes 10 pasamos todo el día en Rio Branco, haciendo visitas, contactos, etc. (SEBRAE, Casa Natal y otros).

·         El sábado 11 salimos de Rio Branco para Brasiléia, pero gracias a la cercanía también pudimos explorar Epitaciolándia y Cobija (Bolivia).

·         El domingo 12 salimos para Iñapari, pero también exploramos Assis (Brasil), de regreso también pasamos por Iberia.

·         Cabe resaltar que los empresarios también aprovecharon de hacer contactos en Puerto Maldonado, el jueves 09 que llegamos y el lunes 13 antes de regresar.


Aprovechamos al máximo la ruta, logrando un resultado "inmediato" que se percibe claramente es el fortalecimiento de la confianza, entre ellos y de ellos con respecto de AVSI, pues ven que se ha cumplido a cabalidad con todo lo acordado, es por ello que ya conversan sobre la posibilidad de poner una tienda "juntos" en Assis o de otras alternativas para ampliar sus canales de comercialización, para lo cual ya nos encontramos a la espera de los resultados de la convocatoria del PATTEM (Proyectos Asociativos de Transferencia Tecnológica para Micro-empresas Del Fondo Innóvate Perú).

Si bien el algodón peruano fue la estrella de esta Misión Comercial, no cabe duda que también tuvieron su espacio la energía, la creatividad, el entusiasmo y mirada positiva de los emprendedores peruanos, de San Juan de Lurigancho, que este 2011 dieron un firme primer paso para su internacionalización, casualmente, de la mano de AVSI.






EMPRESARIOS DE LIMA ESTE SE CAPACITAN EN COMPUTACIÓN PARA FORTALECER SUS NEGOCIOS

Día a día somos testigos de cómo la informática va ocupando mayor relevancia en la vida de las personas y de las empresas; así como de cómo va aumentando la cantidad de pequeños empresarios que posee en su negocio una computadora, y en muchos casos con acceso  a internet. Pero ¿qué pasa cuando no se hace uso de la computadora y no se aprovechan aquellos programas informáticos que son tan necesarios hoy en día para hacer crecer un negocio?, es precisamente en respuesta a esta necesidad que la ONG AVSI, en el marco del Proyecto "Intervención Integrada de Reducción de la Pobreza Urbana en el Cono Este de Lima" empezó en el mes junio de este año a ofrecer cursos de Computación e Informática Básica dirigidos exclusivamente a pequeños empresarios de Lima Este y sus trabajadores, con el objetivo de brindarles herramientas que permitan aumentar el nivel de eficiencia de sus negocios.

El primer curso de Computación Básica para empresarios se inició en el distrito de San Juan de Lurigancho; como todo inicio de una nueva actividad las expectativas no se hicieron esperar, tanto para los participantes, como para el equipo de AVSI que semanas atrás organizó, coordinó y difundió el curso. Las primeras clases fueron decisivas para los empresarios, algunos no se sentían familiarizados con la computadora y sus programas, pero con el transcurrir de las horas y días los te-mores y dudas se fueron despejando y crecían los anhelos por aprender y aplicar lo aprendido, desde un primer momento se tuvo en cuenta que cada ejercicio y ejemplo se basara de situaciones reales que ocurrían en sus negocios.

Para iniciar el primer curso de computación no contábamos con laboratorios, a pesar del interés que tenían algunos microempresarios por aprender; resuelto el tema de la infraestructura, convocamos a los empresarios previamente identificados y pre inscritos; con 37 empresarios empezaron las clases sin tener la certeza de estarles ofreciendo algo realmente útil para ellos, pero al notar que sus demás compañeros eran empresarios como ellos, que se encontraban en las mis-mas condiciones (no tenían ni idea de cómo coger el mouse), les fue más fácil adaptarse y empezar a vivir esta experiencia juntos.

Con el transcurrir de las clases se hizo evidente que el conocimiento compartido era realmente útil, que no se trataba de un curso más en el que solo aprendían a utilizar la computadora, sino que aprendían a elaborar documentos con una clara visión empresarial, mejorando incluso su com-prensión del negocio. Aprendieron a crear cartas de presentación y cotizaciones en Word, llevar sus cuentas y costos en Excel, presentar su empresa a través del Power Point, buscar proveedores y nuevos clientes a través de Internet o del Facebook, consecuentemente no faltaban, no querían que el curso terminase y se quedaban una hora más para practicar lo aprendido en el día.

Cada uno de ellos aprendió también que ser empresarios no es solo producir y comercializar algo, sino que igual o más importantes son las relaciones, conocer a otros que hacen como ellos, porque así se construye un vínculo de amistad que permite también el logro de objetivos comunes.

Gracias al entusiasmo e interés mostrados por los empresarios de la zona, terminado el primer curso de computación rápidamente abrimos nuevos cursos y en nuevos horarios. Al mismo tiempo, y gracias a las relaciones establecidas, incluso en el marco del desarrollo de otras actividades del proyecto, nos pusimos en contacto con re-presentantes de la Municipalidad de Ate-Vitarte, iniciando la realización de cursos de computación a empresarios de la zona de Huaycán.

Es de esta forma que tuvimos la oportunidad de ser testigos de cómo la informática va en cierto modo cambiando la vida de todos aquellos que participan activamente en los cursos, como el caso de la señora empresaria Florencia Barbarán Gonzales, quién a mediados de curso se compró una computadora para poner en práctica lo aprendido en clase.